Del caos y el lujo. Nápoles y la costa Amalfitana

Caos es la primera palabra que te viene a la mente nada más poner los pies en Nápoles: bocinazos, tres «raggazzos» en moto sin casco adelantándote en dirección contraria, más bocinazos, procesiones cortando el tráfico, basura acumulada en los arcenes, policías que contemplan imperturbables el tinglado, semáforos que no funcionan o directamente son ignorados, fachadas desconchadas, estrechas calles prácticamente cubiertas por tenderetes de ropa, más bocinazos…